[ G.R. No. L-2618, April 01, 1950 ]
EL PUEBLO DE FILIPINAS, QUERELLANTE Y APELADO, CONTRA LEONCIO PIOSCA Y FLORENTINO PEREMNE, ACUSADOS. FLORENTINO PEREMNE, APELANTE.
D E C I S I O N
PABLO, M.:
Media hora despues de escaparse los ladrones, algunos policias juntamente con el acusado Leoncio Piosca, acudieron a la casa para aqveriguar lo sucedido, y encontraron la puerta del entresuelo destrozada, el cadaver de Expectacion Pelaez con sangre, a Hortensia Veloso herida y las telas desparramadas en el suelo.
Despues de la vista correspondiente, el Juzgado absolvio a Leoncio Piosca y condeno a Florentino Peremne a reclusion perpetua con las accesorias, a indemnizar a los herederos de Expectacion Pelaez en la suma de P2,000 y a pagar la mitad de las costas del juicio. Florentino apelo.
Como defensa, el apelante alega que en aquella noche a eso de las nueve habia comprado petroleo en la tienda de Alfonso Magbanua en Mina, en donde encontro a Julian pues de la conversacion que tuvo con ellos se retiro a su casa, y apenas habian transcurrido dos minutos oyo varios tiros. Los policias acudieron al lugar del suceso y cuando preguntaban a Piosca donde hubo disparos, llegaron los policias Eliseo Grabato, Elias Cubeta y Candido Allega. Los cinco juntamente con Piosca fueron a la casa de Concordio Grabato, invitandole para acompanarles a la casa de Manuel Bacero. Preguntado Bacero si consiguio identificar a los landrones dijo que no. Los policias dieron cuenta del suceso a su Jefe. Al siguiente dia, al Jefe. Al siguiente dia, al Jefe de Policia tampoco revelo Bacero si habia podido indentificar a los malhechores; pero en el dia de la vista declaro que reconocio a los acusados Piosca y Peremne y que no revelo sus nombres a los policias porque tenia miedo; Piosca era su vecino y tenia muchos parientes que podian hacerle dano; que se propuso revelarlos despues del funeral de su esposa. La defensa sostiene que son falsas las pruebas de la acusacion y pide la absolucion del apelante.
No es dificil comprender la situacion de Bacero: media hora despues del robo cinco policias con Piosca, que era uno de los asaltantes, acudieron a su casa; Piosca que era su vecino, no habia respondido a sus peticiones de socorro; el vecino que era uno de los que dispararon a su esposa que debia ser arestado estaba codeandose con los agentes de autoridad, no era raro que Bacero tuviese sospechas de que los policias estuviesen en connivencia con Piosca y los demas ladrones o, por lo menos, que ayudaban o favorecian a ellos. Si revelaba los nombres de Piosca y Peremne, estos podian hacerle dano o sus parientes que eran muchos en el barrio; su esposa estaba de cuerpo presente; no podia de momento dejar el lugar; sus mercancias estaban desparramadas: estaba atolondrado. Y aunque no fuese cierto que los policias estuviesen protegiendo a los ladrones circunstancias. Creemos que estaba justificado Bacero en instruir a la aya de su hija a no revelar los nombres de Piosca y Peremne. Segun el, queria hacer la revelacion despues de enterrado el cadaver de su esposa y despues de arreglar sus mercancias y cuando estuviese ya dispuesto a trasladarse a Pontevedra, Capiz. Efetivamente, despues del funeral de su esposa fue cuando presto su declaracion a la constabularia, Exhibit A, y no a los policias municipales porque no tenia confianza en ellos.
La defensa sostiene que no es natural, no esta de acuerdo con el curso oridnario de las cosas el testimonio de los testigos Bacero, Hortencia y Paulita al declarar que el primero con su linterna electrica y las dos con su quuinque pudieron identificar a los acusados. Si Bacero tenia ya linterna, que necesidad arguye la defensa tenian las dos criadas de llevar lampara? No hay pruebas en autos que en aquella localidad era suceso ordinario de todos los dias el asalto, robo y asesinato. No tenian motivos, por tanto, para creer que se trataba de bandidos y por eso se asomaron con luz para verles. La naturaleza humana es eminentemente etica: siempre tiende al bien o a hacer un bien. Lo extra-ordinario es hacer mal, pensar mal y creer que los otros son malos. Se puede asegurar que el 98 por ciento de los actos del hombre mas crimincal es generalmente bueno, legitimo, moral. Los actos malos, los crimenes se cometen en momentos de aberracion moral. No fue raro unnatural, como sostiene la defensa que el dueno de la casa y las criadas, por espontanea reaccion, viesen con luz a los que ordenaban la apertura de la puerta. Sin luz, no podian conocerles. Si estuvieran convencidos de que todos, includyendo sus vecinos, eran ladrones y asesinos rematados, el menor ruido les hubiera infundido miedo y se hubieran puesto en guardia. No debemos perder de vista que Bacero negociaba en telas. Como tal, procuraba conquistar la simpatia de todos para ser sus parroquianos. Sus criadas que le ayudaban en su negocio, tenian que tratar a la gente de la misma manera. En medio de tal ambiente, no podian creer que los que ordenaban la apertura de la puerta eran bandidos: podian ser parroquianos o amigos o parientes. Si no tenian esa buena predisposicion de animo, no se hubieran asomado con luces, se hubieran callado y se hubieran encerrado hermeticamente. La actitud de Bacero y la de sus criadas demuestran que no han perdido aun fe en los hombres.
La defensa dice que si es verdad que Peremne era conocido por los duenos de la casa no se hubiera atrevido a cometer el delito sin cubrirse la cara para no ser facilmente identificado. Esto es cuestion de temperamento. Hay ladrones que planean con premeditacion el robo para asegurar la impunidad del delito; pero hay otros que lo cometen con procacidad sin pensar en el resultado de sus actos. Por eso, muchas veces son castigados los infractores de la ley porque no toman todas las precauciones que hacen los listos, los criminales empedernidos.
Que Hortensia Veloso solo menciono en su affidavit a Piosca y no a Florentino Peremne cuando presto su declaracion en el hospital no es raro: acababa de ser victima del asalto, fue herida con proyectil y no podia andar, vio personalmente el cadaver de su ama Expectacion con el pecho atravesado por una bala, el ataque inesperado, el tiroteo de fusil: todo eso le habra afectado tanto que no pudo recorder todo cuanto ha visto.
Y las contradicciones en detalles insignificantes del suceso encontradas por la defensa en las declaracciones de los testigos en vez de desmerecer la prueba de la acusacion las fortifican. Si ellos tenian la intencion de mentir hubieran podido coordinar los hechos que han de declarar con todos los nimios detalles.
No se ha probado el valro de las telas sustraidas; pero la cantidad robada de P120 en papel moneda debe ser pagada por el apelante. Con esta adicion debe confirmarse la sentencia.
Dictese sentencia a tenor de lo resuelto. Con costas.
Ozaeta, Bengzon, Padilla, Tuason, y Reyes, MM., estan conformes.
MORAN, Pres.:
Conforme con la parte dispositiva.