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https://www.lawyerly.ph/juris/view/c2df9?user=fbGU2WFpmaitMVEVGZ2lBVW5xZ2RVdz09
[TOPANDAS VERHOMAL](https://www.lawyerly.ph/juris/view/c2df9?user=fbGU2WFpmaitMVEVGZ2lBVW5xZ2RVdz09)
{case:c2df9}
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[ GR No. L-3781, Mar 19, 1951 ]

TOPANDAS VERHOMAL +

DECISION

88 Phil. 389

[ G. R. No. L-3781, March 19, 1951 ]

TOPANDAS VERHOMAL, COMO ADMINISTRADOR DE LOS BIENES DEL DIF UNTO GURINOMAL THAWARDAS, LLAMADO TAMBIEN CUNA T. LALAWANI, RECURRENTE, CONTRA BIENVENIDO A. TAN, COMO JUEZ DEL JUZGADO DE PRIMERA INSTANCIA DE RIZAL, SALA DE RIZAL CITY, Y ANTONIO G. AZAOLA, RECURRIDOS.

D E C I S I O N

PABLO, M. J.:

En la causa civil No. 25 del Juzgado de Primera Instancia de Manila, titulada Antonio G. Azaola, demandante, contra Guna Lalwani, V. Lilaram & Company y Gacilago & Company, se dicto sentencia en 19 de julio de 1949, cuya parte dispositiva es la siguiente:
"Wherefore,  judgment  is  hereby  rendered

"1. Dismissing plaintiff's complaint against V. Lilaram & Co.;

"2. Declaring that plaintiff is entitled to receive from defendant Gacilago & Co. whisky, rum and/or gin manufactured by the said Gacilago & Co. in 350 cc and 650 cc bottles and at the prices of P4.80 and P1.60 respectively per bottle, as may be sufficient to cover the amount of P10,000;

"3. Ordering plaintiff to take delivery from defendants Gacilago & Co. of said merchandise within 30 days from the date judgment herein becomes final; and declaring that in the event of failure of plaintiff so to do, defendants Gacilago & Co. and Guna Lalwani may pray that a writ of execution issue directing that the whisky, rum and/or gin in the quantity contracted in Exhibit A or so much thereof as they may have in their possession, be sold at public auction by the sheriff, and the net proceeds of the sale turned over to plaintiff; and

"4. Declaring, finally, that after deducting the contract value of the said whisky, rum and/or gin delivered or sold as hereinbefore provided from the sum of P10,000 set forth in Exhibit A, plaintiff may procure a writ of execution against defendants Gacilago & Co. and Guna Lalwani directing said defendants to pay plaintiff jointly and severally for the corresponding balance."

Guna Lalwani, uno de los demandados, fallecio en 16 de junio de 1949 y en 25 de julio. Topandas Verhomal, el hoy recurrente, a peticion suya, ha sido nombrado administrador en la actuacion especial No. 965 del Juzgado de Primera Instancia de Bizal, Intestado de los bienes del finado Guna Lalwani, y asumio el cargo previa prestacion de la fianza correspondiente.

En 19 de julio de 1949, el Juzgado de Primera Instancia de Manila, en la causa No. 25, ordeno la expedicion de la orden de ejecucion de la sentencia dictada.

En 31 de octubre de 1949, Antonio G. Azaola presento su reclamation de P10,000 en el Intestado de los bienes del finado Guna Lalwani, actuacion especial No. 965, fundada en la orden de ejecucion expedida en la causa civil No. 25 del Juzgado de Primera Instancia de Manila.

En 16 de diciembre de 1949, el recurrido, Honorable Juez Bienvenido A. Tan, dicto en el Abintestato de Guna Lalwani una orden del tenor siguiente:

"It has been proven during the hearing of this case by the testimony of Antonio G. Azaola and Exhibits A and B that said Antonio G. Azaola has a claim against the deceased Guna T. Lalwani in the amount of P10,000 by virtue of a final judgment in civil case No. 25 in the Court of First Instance of Manila. Said judgment not having been executed up to this time for the reason stated by said witness Antonio G. Azaola, said claim being satisfactorily proven, the same is admitted."

En 9 de marzo de 1950, Antonio G. Azaola presento una peticion ex-parte pidiendo que el administrador del Intestado de Guna Lalwani sea ordenado a veriflcar el pago de la cantidad de PI0,000, y el Honorable Juez Tan concedio la peticion al siguiente dia, 10 de marzo.

En 16 de marzo de 1950, el administrador del Abintes-tato de Guna Lalwani presento una mocion en la causa No. 25 del Juzgado de Primera Instancia de Manila, pidiendo que se ordenase al sheriff de Manila que recibiera el licor mencionado en la decision; que lo vendiese en ptiblica su-basta y que su producto lo entregase a Azaola en satisfaccion del importe de la sentencia.

En 18 de marzo de 1950, el Honorable Juez Conrado V. Sanchez de dicho juzgado dicto la siguiente orden:

"Information having been given to the court by counsel for the parties that Guna Lalwani is now dead and that proceedings for the administration of his estate were started in Pasay, Rizal, and considering further that plaintiff in this case has filed a claim in that intestate proceedings, and that in view of the motion for reconsideration filed on behalf of the estate of Guna Lalwani the proceedings in reference to that claim are still pending final determination by the Pasay Court.

"Action on the motion of Gacilago & Co. and Guna Lalwani praying inter alia that the Sheriff of the City of Manila sell the wine, the. subject of this suit, is held in abeyance until further advice from anyone of the parties.

"This order is dictated in open court in the presence of Attorneys Erfe and Lavides and the Sheriff of the City of Manila."

En 20 de marzo de 1950, el recurrente como administrador presento en el Intestado de Guna Lalwani una mocion pidiendo la suspension del pago a Azaola hasta que se hubiese dado cumplimiento a la orden de ejecucion expedida en la causa No. 25 del Juzgado de Primera Instancia de Manila. A esta mocion Azaola presento su contestacion en 24 de marzo de 1950, y el Honorable Juez recurrido, en 28 de marzo de 1950, denego la mocion con la siguiente orden:

"The Administrator, thru counsel, has filed two motions dated March 16, and March 20, 1950, respectively, asking that the order of this court dated March 10, 1950, directing him to pay the claimant Antonio G. Azaola the sum of P10,000 be set aside and that no action be taken on the claim of Azaola until after the Court of First Instance of Manila, Civil Case No. 25, Antonio G. Azaola, plaintiff, vs. Guna Lalwani et al., defendants, shall have passed upon his motion therein for an alias execution with a view to selling at public auction certain quantities of wine, the proceeds of which are to be applied on account of the claim of Azaola. This court, acting as a probate court, can see no valid reason why it should hold in abeyance all actions on the claim of Azaola. An Estate Proceedings must be settled as soon as possible, and its final settlement should not be made to depend upon the action to be taken by any other court  of first instance.

"The claim of Azaola was filed in these Estate Proceedings in proper form pursuant to Rule 87, sec. 6 and was admitted by this court in an order rendered on December 16, 1949. Counsel for the Administrator was notified of that order on December 23, 1949. No move has been taken, by the Administrator against said order, which has now become final and executory. (Rule 165, sec. 1, par. c).

"Wherefore, the two motions of the Administrator are hereby denied; and the Administrator is hereby directed to pay Azaola or his counsel, the sum of P10,000."

En 2 de abril de 1950 el recurrente presento su mocion de reconsideracion; en 10 del mismo mes Azaola presento una mocion, pidiendo que el administrador fuese castigado por desacato por no haber cumplido la orden de pago. El recurrente presento su contestacion a esta petition y en 15 de abril el juez recurrido denego la mocion de reconsideracion del recurrente y le ordeno que compareciera el 19 de abril para exponer sus razones por que no deberia ser castigado por desacato por no haber cumplido la orden de pago de la reclamation de Azaola.

El recurrente contiende que el juez recurrido abuso de su discrecion (a) al denegar sus peticiones del 20 de marzo (mocion pidiendo suspension del pago) y 2 de abril (mocion de reconsideracion); y (b) al ordenar su comparecencia ante dicho juez para responder de la acusacion por desacato.

El recurrente arguye que la decision dictada en la causa No. 25 del Juzgado de Primera Instancia de Manila debio de haber sido ejecutada y con su ejecucion la obligation del finado Lalwani se hubiera extinguido.

Solamente pueden venderse los bienes de un difunto para satisfacer el importe de una sentencia si fallece despues que la ejecucion se haya llevado a cabo mediante embargo de sus bienes. (Regla 39, articulo 7, par. [c], nueva disposicion del Reglamento que no aparece en el Codigo de Procedimiento Civil.) Pero en el caso presente, esta dis-posicion no es aplicable porque Guna Lalwani fallecio, no despues de expedida la orden de ejecucion, sino antes de dictarse la sentencia.

Es doctrina constantemente establecida la de que los bienes en custodia legis no pueden ser objeto de ejecucion en defecto de autorizacion legal, y no hay ninguna ley que autorice el embargo de los bienes de un dif unto que se hallan bajo administracion.

El articulo 5, Regla 87, dispone que "Toda reclamacion de dinero contra la testamentaria proveniente de un con-trato expreso o tacito, ya estuviera vencida o no, o fuese contingente, todas las reclamaciones por los gastos de en-tierro y de la ultima enfermedad del difunto, y sentencias por cantidad de dinero contra el mismo, deberan presentarse dentro del plazo designado en el aviso; de otro modo el re-clamante perdera para siempre todo derecho a la reclamacion.*   *   *"

Si el juez erro o no al dictar su orden admitiendo la reclamacion de P10,000 de Azaola, el error puede corre-girse en una apelacion, en consonancia con el articulo 13 de la misma regla. Las ordenes denegando la mocion pidiendo la suspension de la orden de pago y la mocion de reconsideracion no son mas que simples corolarios de la orden aprobando la reclamacion de F10,000. Si el recu-rrente hubiera apelado contra esta orden de aprobacion 6 si el recurrente hubiera conseguido la revocacidn de dicha orden, el juez recurrido no hubiese expedido las ordenes impugnadas de nulas. Es poder inherente de los tribunales el hacer cumplir sus ordenes debidamente dictadas por medio del procedimiento de desacato. (Asunto Kelly, 35 Jur. Fil., 984; Villavicencio contra Lukban, 39 Jur. Fil., 795; Asunto de Lozano y Quevedo, 54 Jur. Fil., 860; y Salcedo contra Hernandez, 61 Jur. Fil., 775.)

El recurrente debio de haber comparecido en el dia y hora seiialados, presentando su def ensa, y en el caso de que hubiera sido condenado erroneamente, tenia un remedio dis-ponible en el curso ordinario de los procedimientos: la apelacion.

Es doctrina bien establecida la de que no procede el remedio de avocacion (certiorari) a menos que se demuestre de una manera evidente que el Juez recurrido actuo sin jurisdiction o se excedio en ella o abuso gravemente en el ejercicio de su discrecion; tampoco procede^ para oorregir errores de procedimiento o errores en las conclusiones de hecho o de derecho. (Regala contra Juez del Juzgado de Primera Instancia de Bataan, 44 Gaceta Oficial 30, 77 Phil., 684; Ong Sit contra Piccio, etc., y otros, 44 Gaceta Oficial, 4915, 78 Phil., 785.)

Se deniega la solicitud con costas contra el recurrente.

Moran, Pres., Par&s, Feria, Bengzon, Padilla, Tuason, Montemayor, Reyes, Jugo y Bautista Angelo, MM., estan conformes.


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